martes, 23 de junio de 2009

TEST Y EXPERIMENTACION

Este texto surge a raiz de la discusion suscitada por el premio otorgado a La biblioteca de España en la BIAU.

ESTADO CRÍTICO

Vale la pena localizar esta discusión en el terreno de las ideas, la tolerancia y el derecho a disentir. No en el terreno nostálgico de la moral y el falso proteccionismo.

Pareciera que en la arquitectura en Colombia y en la academia se es un criminal cuando se asume practicar arquitecturas desprendidas de la carga moral impuesta por la modernidad o sus posteriores distorsiones (regionalismo critico, estructuralismo, postmodernidad historicista, etc.): higiénica, blanca, pura, aséptica, de tabula rasa, de sabios y bellos juegos de volúmenes bajo el sol. De objetos compuestos sobre el paisaje. De la mirada romántica de estilos y composiciones, de símbolos y significados, de historicismos y falsas identidades. Se ha tratado de establecer, desde escuelas y arquitectos, irresponsablemente, que la arquitectura en Colombia es una sola, y el no hacerla de acuerdo a ese imaginario, se incurre en ser un apátrida, un arquitecto poco original, un peligro cultural.

Tampoco debería ser motivo de crítica moral experimentar, buscar y construir otras miradas a lo que nos rodea. Acaso todos queremos y debemos hacer y buscar las mismas arquitecturas?
Desde hace algún tiempo, las arquitecturas y sus prácticas han dejado de ser entidades ideológicas o formulas permanentes estrictamente autoreferenciadas, empacadas al vacio, libres del desgaste o el agotamiento. Las practicas y sus productos se transforman, evolucionan. Y con ellos la estructura critica que las soporta o pretende soportarlo.

Hoy, maneras diferentes de hacer arquitectura, expresadas a través de palabras, miradas, técnicas constructivas y procedimentales, conceptos e interpretaciones del mundo nos señalan maneras diferentes de relacionarnos, de ocupar el espacio, de gestionarlo y producirlo.

Es muy cómodo construir bastiones teóricos para hacer ataques morales, juicios de valor y reclamos abstractos, descargados de rigor. Reclamos ligeros y contradictorios que proclaman una defensa de lo original, de lo propio, de la tradición. La critica cuando es rigurosa deja de lado la moral y la nostalgia. Porqué considerar que maneras diferentes de pensar y hacer son un enemigo al cual hay que erradicar?

PROPICIAR EL CAMBIO DE ESTADO

Los cambios de estado solo se pueden producir cuando se reforma el sistema.

Hace algunos años el arquitecto español Andres Perea afirmaba en una conferencia que el arquitecto tiene el poder para cambiar el estado de las cosas. La primera, proponía, era siendo un arquitecto critico. La segunda, siendo jurado de concursos. Y la tercera siendo docente.

EXPERIMENTACION Y TESTEO

Experimentación y testeo, actividades protocolarias y cotidianas en la investigación científica, nos pueden señalar vías de acción para repensar el estado de las cosas.

EXPERIMENTO: Construye conocimiento, puesto que no pretende resolver ninguna disputa o conflicto. En principio no es más que una apuesta a lo nuevo, a lo desconocido, se hace preguntas: De que están hechas las cosas? Como operan? Para qué? El experimento, esta mas allá del bien o el mal, esta descargado de moral. Su objetivo primordial, construir conocimiento a partir del riesgo, de ensayar, de investigar.

TEST: Pretende comprobar el conocimiento producido y recorrido en la suma de experimentaciones, pone a prueba la acumulación de experiencias materializadas en un propósito, producto u objetivo común. (Llámese tipo de arquitecto, jabón, nuevo combustible, etc.) Busca saber, dicho producto u objetivo, que capacidades tiene, saber de que está hecho y como corregirlo, perfeccionarlo o transformarlo, es un pensamiento / acción critica. Pone a prueba el estado de las cosas.

APLICACIONES

Retomando el planteamiento del profesor Perea, podemos aplicar los principios de experimentación y testeo a las entidades o espacios de acción del arquitecto:

Las escuelas de arquitectura.
El arquitecto critico.
Los concursos de arquitectura.

Estos campos de acción del arquitecto son un triangulo, donde sus componentes son codependientes y su sincronía, le permite a la cultura arquitectónica desarrollarse.

Escuelas de arquitectura – Espacio de experimentación

Las escuelas pueden constituirse como espacios de experimentación, de riesgo e innovación. Allí a través de esta mentalidad se pueden descubrir métodos, formas y políticas antes impensables, las cuales puedan contribuir a la construcción de una sociedad diversa. De una práctica critica de la arquitectura, estructurada en el respeto y el rigor. Una escuela que no arriesga, ni experimenta, no puede construir arquitectos críticos. Si los arquitectos no son críticos, no se pueden construir oportunidades y otras miradas a la ciudad, a la arquitectura, a la sociedad.

El arquitecto critico – agente” testeador”

El arquitecto crítico es el mejor agente y una garantía de calidad social y cultural. El arquitecto critico, educado en la experimentación, es capaz de testear y sintonizar el espíritu del tiempo, las condiciones del mundo y los cambios de estado. Su característica es la del termostato, el cual de acuerdo a las mediciones que hace del medio le permite regularse, corregir e introducir nuevas variables al sistema. Es un agente activo. Susceptible al cambio.

Concursos de arquitectura – espacios de oportunidad.

Los concursos son un espacio que de manera simultánea nos ofrece la posibilidad de experimentar y testear. Testear nuestras escuelas, experimentar con nuestros intereses de manera responsable. Espacio para proponer nuevas miradas, no para hacer lo mismo que puede ser gestionado a través de la empresa privada o los encargos directos. Los concursos son ante todo un espacio de oportunidad. Es un espacio de oportunidad para los jóvenes proponer sus proyectos, para afianzar modelos ó para discutir y ensayar otras arquitecturas, para testear otros modelos de comportamiento señalado por nuevas arquitecturas. Los concursos y los jurados son situaciones que deben estar abiertas al cambio, no a la protección del estado de las cosas. Sin lugar a dudas es necesario conformar nuevos mecanismos de valoración de las propuestas en los concursos, pero en sentido abierto, para estimular la participación de arquitectos de todas las edades y todas las ideologías. En los concursos el jurado debería estar conformado por arquitectos de experiencia y arquitectos jóvenes, arquitectos conservadores y arquitectos liberales. Dar una oportunidad a la diferencia. A construir una mirada diferente donde la critica sea rigurosa, las discusiones edificantes. No para dogmatizar y uniformar.

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